jueves, 20 de marzo de 2014

Tu corazón


Es tu corazón el que me quita el sueño,
el que me da hambre,
el que me arranca una sonrisa.

Es tu corazón el que marca el ritmo de mi vida,
el que guía mis pasos,
el que me arrulla con sus latidos hasta que me duermo.

Lo que más deseo, lo que más admiro, lo que te hace diferente del resto.

No es tu alma,
ni tu mente,
ni tu cuerpo.

Es tu corazón... y lo quiero.

martes, 11 de febrero de 2014

Heartless

Soy una esclava de las palabras que nunca me dirás.
Porque tu frialdad e indiferencia son más fuertes que tu mirada.

El mal se esconde siempre detrás de las sonrisas más bonitas y tras el primer mordisco, nunca hay vuelta atrás.
Yo no quiero volver atrás.

Ya he visto el monstruo que habita en tu interior y no te tengo más miedo que antes.

Iremos al infierno por lo que hemos hecho.
Pero descuida, me sé el camino.


Y yo no soy tu luna, pues cada noche me calcino en mis propias llamas.
Y no me digas que me amas, si no llega el día que me veas arrodillada y ahogada en lágrimas por ti.
Y no te atrevas a someterme si es que no piensas destruirme.

Dicen que no tienes corazón.
Lo que no saben, es que me lo he llevado yo.








 

viernes, 31 de enero de 2014

Su sonrisa



No es tristeza lo que se congela dentro de ti.
Ni ira, ni miedo.
Siempre rodeada de tanta gente y siempre tan sola.
Ese muro indestructible,
esa distancia insalvable.
Ni tú ni nadie logrará pasar, ni avanzar más allá de lo que ella te permita llegar.
Huidiza y etérea,
estrepitosa y enrevesada.
Su sonrisa, esa que te encanta, solo descubre una boca hambrienta y una hilera de dientes crueles.
Y tu sangre es la apuesta más alta.
Porque la pasión que la domina rapidamente la consume.
Porque su entrega siempre dependerá de su interés.
Y se aburre a la misma velocidad que tú sucumbes.
Porque ganar o perder ya no son opciones.

No, no es tristeza lo que se congela dentro de ti.
Es tu corazón.
Y ahora le pertenece a ella.



jueves, 7 de noviembre de 2013

Colosos


Y el huracán encontró por fin a la alta torre que desafió su poder.
Y no hubo silencio que precedió a la tempestad.
Solo gritos ahogados y palabras perdidas en saliva y sudor.

Todo parecía posible, menos encontrarse.
El tiempo les quitó la razón.

"Senda estrecha, inevitable choque."

Dos colosos en llamas,
tenían que estrellarse o abatirse,
romperse o arrancarse.

Piel y huesos, carne tibia, chocándose sin control.
Llovizna de otoño, media sonrisa,
y vuelta a casa.

Vencedor y vencida,
quizás la próxima vez...



lunes, 13 de mayo de 2013

Un silencio por mi mito.

Lo tenía claro; el peor de los silencios era el del dolor.
Peor que el de la vergüenza, que el de la derrota, la indiferencia o el de la duda.
Un silencio que en realidad se moría por gritar amargamente hasta que su intenso timbre, se quedara para siempre alojado en forma de pitido en los oídos.

Nunca se debe subestimar el poder del dolor.
Nunca se debe confiar plenamente en alguien.
Nunca sabremos toda la verdad.

Mi mito se golpea, y por cada golpe, la que sangra soy yo.
Mi mito se erosiona, pero la que se rompe en mil pedazos soy yo.
Mi mito desaparece y mi dolor es tan insondable que ya no soy, ya no existo, ya no.


Y si sigues el rastro de sangre, oirás ese silencio inducido, ese dolor ahogado, por la pérdida de mi último mito humano, al que siempre buscaré por si algún día vuelve a nacer.



miércoles, 20 de marzo de 2013

Antes de que apague la luz

Mírame bien.
No es una orden, es casi un ruego.
Mírame y no apartes la vista.
Nunca me fiaré de alguien que no me sostiene la mirada.
Cada vez que pestañeas no puedo evitar lamerme los dientes.
Cada vez que siento que me miras de reojo, me muerdo el labio y tú como castigo endureces la mirada.
Siempre tan desafiante, tan excesivo; el reflejo de aquello que se odia, se admira, se rehuye y se desea con miedo.
Tan diferentes, tan iguales, tan perfectos que a la fuerza debemos acabar el uno con el otro. Y será para siempre.
Tú lo sabes y yo también.
Pero no dejes de mirarme y sonríe para mí.
Hazlo rápido, antes de que me canse y apague la luz.
Ven y refleja aquello que solo tu puedes ver.
Sé que conoces muchas cosas que me muero de ganas que me descubras.
Sé que sabes que tu existencia es más que una obsesión para mi.

Del mismo modo que sabes  que no pienso parar hasta que me odies a muerte por quererme.
Pero por favor, no dejes de mirarme así.








Pd: Muchísimos ojos en un mes han pasado por aquí y me han mirado. Eso es que se esta corriendo la voz. Y si más desnuda que de ninguna otra forma posible me queréis ver, suerte.

lunes, 11 de febrero de 2013

La aleación de lo imposible


Llena de rabia, esboza una amplia sonrisa.
Con los ojos llenos de lágrimas, mira al frente y culpa al frío invierno.
En el fondo sabe, que por mucho que rabie y patalee, ya nada será lo mismo.
Piensa en su sonrisa y sus miradas de reojo.
En como todo parece desaparecer y carecer de sentido cuando la mira.
Se ha marcado un punto y aparte a su paso, una brecha abierta en la tierra, un grito ahogado de felicidad en su descontento.

Cuando el lenguaje se les quedó pequeño, lo tuvieron que inventar.
Cuando las paredes parecían menguar, las hacían temblar.
Cuando todo parecía hundirse, se sumergían y lo sacaban a flote.

Porque si ella se escapa, perdida en sus propios pasos, él siempre irá a buscarla.
Porque si él cae, ella siempre estará para cuidarlo y ayudarlo a levantar.
Porque en la aleación de estos dos imposibles, encontraron algo tan perfecto que solo ellos podían manejar.

Sin control.
Sin medida.
Sin final.