viernes, 30 de diciembre de 2011

MIEDO



En los cables, en las luces, en las casas, en las aceras, en un coche, en hospitales, en el aire siempre hay miedo.


Escondido en tu equipaje, en la tele, en la comida, por la noche en todas partes, puedo verlo tienes miedo.


Ahora mismo en cualquier parte.

Puedo verlo tienes miedo.


Miedo de tu padre.

Miedo del infierno.

Miedo de la calle, de tu amigo del colegio.

Miedo de la suerte.

Miedo del dinero.

Miedo a lo que tienes porque ahora puedes perderlo.

Tienes miedo del dinero



Tienes miedo de tocarme.

Miedo a hacerlo en cualquier parte.

Tienes miedo de tu cuerpo.

Tienes miedo de tu mente.

Miedo a pensar lo que quieras.

Miedo a ver lo que deseas.

Miedo a hacerlo con tu nombre.

Tienes miedo del dinero



Miedo a lo que piensas.

Miedo a lo que dices.

Miedo a lo que dices cuando solo tienes miedo.

Miedo a que te maten.

Miedo a que nos maten.

Miedo a las noticias.

Miedo a los que tienen miedo.

Tienes miedo del dinero.

Miedo a los que tienen miedo.

Tienes miedo del dinero.

Miedo a los que tienen miedo…

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Animal

 
Y ten por sabido
que  aunque sometida me veas
tantas veces como estrellas
no habrá jamás más esclavo que tú.


De buen gusto confinado
en una prisión de barrotes de carne
de la que a veces reniegas
y siempre reincides.


Sabes que jamás serás tan feliz
como cuando toda tu vida
giró en torno a mí.


Y en mi ausencia o mi hastío
que temprano surgirán
porque mi feroz pasión
siempre es fruto del capricho.


Tú sufrirás.


Y lo harás de tal manera
que todo el dolor antes soportado
ya no podrá considerarse como tal.




Porque lo que quizá no sabes


es que al igual que yo


no crees en el amor


pero en lo que sí creerás,


es en mi animal.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Promesas



En el frío y la humedad viciada, una persona se abrió paso entre la oscuridad de ese país no tan lejano.

Su sonrisa, como siempre perturbadora, su desesperante atractivo psicótico, su mirada profunda y oscura, sus manos que jugaban a no ser reales, sus besos templados y su aliento caliente; el juego de "no existes, no eres real" se les fue de la manos y fue más de la cuenta...

Ella apenas recordaba aquella sensación que tan enganchada la tenía, apenas recordaba los motivos por los cuales merecía la pena perder, morir y matar, pero todo eso volvió con tanta fuerza que por poco muere al olvidarse de respirar.

Se volvieron a descubrir, por fin se reconocieron, todo volvió a ese punto maravillosamente caótico e inerte, en el que los mordiscos, los gritos, el sudor y la saliva se convertian en monedas de cambio.



 "Este amor nena, nos va a matar"





Por fin, comprendieron que eran como dos mitades de un todo, rotas y desperdigadas, condenadas a juntarse tarde o temprano, y que todo lo anterior, todas las personas con las que habian intentado hallar algo parecido, habian sido excusas, errores, juguetes; insuficientes y sustituibles.

  

"Prométeme que no huirás"



Lo prometo. 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Game over

Repulsión.Odio.Mentiras.Lejía.Sangre.Ira.Traición.Verdades. Antinatural.Saliva.Recovecos.Cal viva.
Promesas.Desprecio.Pena.Vergüenza.Piel arrancada.Arcadas.Lágrimas.Pesadillas.Olvido.


Buscaré un rincón con luz. 

Perderé tu dirección. 

Olvidaré como eras tú, 

serás una muesca para mí, 

como una herida...

Desharé mi habitación.
Romperé donde estés tú.
Reduciendo en un montón, así...
ya no habrá en lo que pensar.
La vida herida.
Borraré sin reparar.
Que es algo que se muere y ya no está.

martes, 20 de diciembre de 2011

Let me go.

Las palabras vuelan como arrastradas por un huracán, rebotando en  mi cabeza y haciendo jirones lo creí que por fin sería inquebrantable.

Promesas que se evaporan y se esfuman como el vaho en un cristal, ya nada tiene ningún sentido, nada merece la pena, somos una canción de ascensor.

Me duelen las heridas profundas que llevo desde hace tiempo a cuestas, heridas que no solo jamás han dejado de sangrar sino que aumentan y se multiplican con el paso del tiempo, y así no se puede luchar.

La insufiencia y las dudas fueron siempre como cuchillos afilados y los murmullos envenenados y las reacciones ilógicas e inapropiadas hicieron el resto.

Hoy hay dos cadaveres más que enterrar.

Supongo que nunca fuimos rivales el uno para el otro.

Ahora sólo debes dejarme marchar...

lunes, 12 de diciembre de 2011

Reset.



Puede que todo haya cambiado, o puede que nada lo haya hecho en verdad.

Mi realidad se emborrona y se diluye en manchas de tiempo dilatado y distancias relativas.

Las verdades me aturden, las voces que en mi cabeza gritan que es lo correcto y lo incorrecto ensordecen cualquier otro pensamiento.

Tengo miedo de reiniciarme no sea que pierda todos los datos y archivos guardados. Sin embargo no puedo quedarme quieta mirando como se rebobina todo aquello que creí ya superado y olvidado. En el fondo sabes que no deseo hacerlo pero tú pareces morirte de ganas de que apriete el botón.



Lo que sí que tengo muy claro es que hoy tus estupideces no me afectan.

martes, 6 de diciembre de 2011

Strange love

Ella perdió cientos de horas de su vida odiándole, amándole, aborreciéndole y necesitándole.

Él besó todas las bocas, bailó con todas las estrellas, para al final terminar demostrándose que sólo existía una.

Entre patadas y empujones, batallas encarnizadas, gritos, locuras, mentiras y verdades, encontraron un equilibrio inestable.

La creatividad, la pasión, las musas y los genios, se me mezclaban y fundían en una orgía de delirios y descontrol.

Las drogas, la sangre y las ansias de tocar fondo, de manosear su propio fin, hicieron el resto.

Nunca fueron a la misma velocidad, nunca compartieron el camino, nunca estuvieron de acuerdo en nada, pero aún así era absurdo preguntar por qué ninguno de los dos se podía desenganchar el uno del otro.



Y su amor extraño, desmedido y terminal fue la primera cosa que tuvieron por fin en común…



sábado, 3 de diciembre de 2011

Todo.

Puede que juegue en mi contra,

que el tiempo gotee, se escurra y se nos escape,

que en tu mundo y en el mío no se hable el mismo idioma.



Puede que todo en lo que creímos fuera mentira,

y que en cada murmullo nuestro encontremos la verdad.



Igual como tú siempre has dicho, exista alguien perfecto esperando ser encontrado.

O que como yo siempre he dicho, no merezca la pena buscarlo.



Será que detrás de mi orgullo y tu arrogancia, de mi ira y tu egocentrismo, sólo quedamos tú y yo…

Sea como sea, puede que también te necesite, puede que también te quiera mucho más de lo que se pueda concebir.



Porque después de todo, de tanto tiempo y tanto daño; mi mundo tampoco existiría sin el tuyo. 



jueves, 1 de diciembre de 2011

The inside job: Crimen sin castigo


 El mundo de la banca, de las finanzas, de la bolsa, de los especuladores, accionistas e inversores y del dinero abstracto y volátil en general, es un mundo con un lenguaje propio, con unos códigos morales y un universo casi sectario al que pocos pueden acceder por nosotros mismos. El secretismo y el afán por hacer creer al ciudadano de a pie que es un mundo extremadamente complejo, es uno de los intereses principales de los que  lo controlan. 
La ignorancia siempre ha sido un arma de poder, y que las personas ajenas a este mundo sigamos siendo unos “econoignorantes” no sólo les beneficia y les permite hacer y deshacer a su antojo sin que casi nadie sepa que se traen entre manos, sino que además ante su hermeticidad y su impenetrabilidad los ciudadanos contestan con pasividad y preferencia por el analfabetismo financiero voluntario.

Pues bien, antes de ponerme a analizar el reportaje de Charles Ferguson quiero definir unos conceptos clave para romper con el desconocimiento y así aquellos que decidan verlo o leer mi comentario puedan entenderlo con más facilidad.
Regularización: conjunto de leyes aprobadas tras el crack del 29 y de la gran recesión que vivió Estados Unidos; no permitían la especulación y los bancos se configuraban como pequeñas sociedades.
Desregularización: A partir de los años 80 y durante el gobierno de Regan, comenzaron a cambiar las leyes de regulación de los mercados financieros, se permitieron las inversiones de riesgo con dinero de clientes, las especulaciones…lo que dio lugar a una crisis a partir de 1990 en la que pequeños quebraron por especular y perder dinero de particulares y los bancos supervivientes comenzaron a fusionarse en invertir en los derivados.
Derivados: son unos nuevos y complejos productos financieros que surgen a partir de la desregularización de los años 90 y de los avances en las nuevas tecnologías. Consiste en que todos los nuevos productos que salen al mercado no están regulados, se encuentran fuera de la ley, se podía especular con cualquier cosa volviendo a los mercados inestables.
CDO: “Obligaciones de deuda colaterales” es un nuevo producto financiero comercializable, que surge a partir del 2000 y que lanzaron los bancos para los inversores. Consiste en una mezcla de diferentes préstamos unos de riesgo y otros estables (hipotecas, coches, empresas…) que al juntarse parezca como algo seguro según las agencias de calificación.
Renting agency: “Agencias de calificación”, encargadas de calificar los productos y las empresas para determinar su valor en el mercado o la validez de las entidades.
Apalancamiento: es la relación entre el dinero pedido prestado y el capital propio del banco de inversión.
Permutas de incumplimiento crediticio: es un tipo de derivado que funcionaba a modo de póliza de seguro, para que aquellos que compraban CDO pudieran asegurar su inversión. Las empresas que los comercializaban recibían una prima trimestral por cada CDO y a cambio se responsabilizaba si se generaban pérdidas.
Hipotecas suprime: “las hipotecas tóxicas” consistían en que los bancos otorgaban unas hipotecas por el valor casi total de la casa a personas sin garantías de solvencia y si apenas entrada.
 
Situémonos en el tiempo; tras el crack de la bolsa de 1929 se tomaron una serie de medidas para que esa situación no se volviera a repetir: se regularizaron los mercados, se prohibió la especulación y las inversiones de riesgo con dinero de los clientes particulares. Esta situación duró hasta 1980,  década en la que se dio el fenómeno de la desregularización, que supuso una ruptura total con todas las medidas adoptadas tras el crack; ahora se podía especular prácticamente de todo con todo. Con la llegada de las nuevas tecnologías llegó el boom de los derivados en los años 90, que suponían un mercado no regulado de 50 billones de dólares y un subtipo de ellos, quizá uno de los más peligrosos: los CDO se erigieron como el producto estrella comercializado por los bancos de inversión (cuanto más CDO vendían más ganaban) para legitimar estos CDO se precisaba de que una agencia de calificación les puntuara con una buena nota y así lo hicieron. Productos que eran basura, empresas que quebraban o que sencillamente no valían nada, obtenían una calificación de AAA, un sobresalientes que les abría la puerta a los mercados. 

Algo muy similar se dio con las hipotecas, que se volvieron “tóxicas”, que se concedían a diestro y siniestro elevando el precio de la vivienda en un 194%, creando la famosa burbuja inmobiliaria. 

Los bancos de inversión pedían más préstamos para comprar más crédito y crear más CDO y con el impulso que les otorgó en 2004 la SEC (comisión de bolsa y valores) que quitó todo el límite de apalancamiento, los bancos rápidamente alcanzaron un límite altísimo de éste quedando en riesgo de insolvencias.

AIG, una empresa aseguradora para productos de inversión, comenzó a vender de forma masiva “permutas de incumplimiento crediticio”, pero  no sólo a inversores, si no también a especuladores; cualquiera podía comprar estas pólizas…y claro, al no haber ningún tipo de regulación AIG podía llenarse los bolsillos y no tenía por qué tener fondos propios por si acaso tenía que responsabilizarse de las pérdidas de sus asegurados. Los bancos de inversión entonces hicieron su jugada maestra: vendían CDO que sabían que eran basura, pero que gracias a las agencias de calificación obtenían la máxima puntuación y eran vendidas. A su vez compraban las permutas apostando que esa misma CDO iba a quebrar y así ganar dinero por las dos vías. Se enriquecieron de sobremanera pero contaminaron de forma irreversible el mercado.

En 2008 el mercado de las CDO se derrumbó, los inversores se arruinaban y AIG como ya todo el mundo se esperaba se declaró en quiebra y no puedo hacer frente a todas las indemnizaciones que tenía.  Los bancos se quedaron con cientos de miles de millones de préstamos, CDO y bienes raíces (inmuebles) que no podían vender. Los bancos hipotecarios e inversionistas comenzaron a colapsarse y quebrar. AIG tuvo que ser rescatada por el Estado ya que si no cubría las pérdidas de sus asegurados todo el sistema económico financiero se hundía. Se entró en un estado de crisis. Las bolsas mundiales cayeron, el desempleo ascendió, la recesión se aceleró y se extendió al resto del mundo y todo lo que vino después, ya lo sabemos.
Quizá lo que no sepamos es que muchos de los causantes de que sus propias empresas se hundieran salieron con sus fortunas intactas a pesar de haber sido investigados por el gobierno, que los bancos actualmente están más unidos y son mucho más grandes que antes y que emplean a lobbistas que tienen muchísima influencia en la política para que presionen en su favor. Qué la industria financiera se extiende también a la educación con docentes que actúan  como consejeros para empresas. Y que en la actualidad, aquellos que hicieron lo que les vino en gana, que orquestaron la crisis mundial, que nos hundieron; aquellos que no sólo salieron impunes sino mucho más ricos, son los mismos que ahora están intentando crear una “Ley de regularización y de reconstrucción económica” aunque en realidad no tengan ninguna intención de hacerlo…

martes, 29 de noviembre de 2011

Déjà vu



Repitiendo los patrones del pasado, remendando los girones de sus crueles recuerdos.

La memoria es un regalo autoimpuesto,  irrechazable, que te sigue y castiga sin ningún tipo de medida o piedad.

Resulta curioso como la historia se repite una y otra vez cuando tienes una lección que aprender, algo que solucionar… pero ¿qué sucede cuando aquello que tienes que aprender implica la destrucción de algo de lo que no te quieres desprender?

El tic tac del reloj me apremia, siempre me persigue allá dónde vaya; y condenada a repetir las mismas historias con diferentes personajes noto como el tiempo se agota junto a mis ganas.



Y entre tedio y manecillas yo sigo buscando ese gran motivo que me vuelva a hacer amar las historias de final abierto.