Imaginemos sólo por un instante...por una fracción de segundo, que todo cuanto creemos saber, todo cuanto conocemos, todo lo que deseamos, todo lo que día a día disfrutamos; no existe. Es mentira, producto de una sociedad marchita, caduca, cínica y cruel. Imaginemos que vivimos una realidad que no es la nuestra, esclavista y autoimpuesta. Imaginemos que tú no importas, que yo no importo, que nada importa...
Me rodeo de reflejos cegadores de partes de un todo que nunca me cuadran, de piezas de puzzles que jamás encajan por mucha fuerza que haga, estoy harta de andar descifrando acertijos que sé a ciencia cierta que no tienen solución.
Del caos, de mi caos, de mi constante destrucción, genero siempre aunque no lo desee, la creación; eso que a todos atrae y engancha, eso que para mi no es más que un juego pero que para otros lo supone absolutamente todo. Y es en este big bang perpetuo dónde me doy cuenta de que puede que todo esto no signifique nada, puede que nada de lo que creo valioso merezca la pena.
Las cosas no siempre son lo que parecen ser...y si lo son, ya me encargaré yo de hacerlas caer...
... sigo sin encontrar algo que me divierta de verdad...